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Cómo superar ruptura

Cómo superar ruptura
Quien más y quien menos ha pasado por un momento similar. A veces el origen de la ruptura es una traición, otras la percepción de que hay más diferencias que valores comunes. A menudo, es el simple desamor o una suma concatenada de desengaños donde sólo la distancia es la mejor solución. En cualquier caso, es necesario vivir un duelo. Ese proceso para el que casi nunca estamos preparados.

Cómo superar ruptura

Sin embargo, si el duelo no se hace correctamente, puede dar lugar a un gran bloqueo. En un estado que se perpetúa con conductas como la «momificación» -no tirar ningún objeto de nuestra ex pareja- o la evitación -romper con todo lo que tiene que ver con él o ella- y que en ningún caso nos ayudará a manejar adecuadamente lo que nos ha pasado.

Para superar una ruptura, es casi obligatorio pasar por un proceso de duelo. Sintamos todo el torrente emocional que cada etapa traerá consigo: ansiedad, miedos, rabia, tristeza…

Las lágrimas son siempre adecuadas y necesarias en estos casos. Asimismo, la rabia o experimentar ese vacío informe de echar de menos a alguien son, sin duda, estados de duelo completamente normales. Somos seres humanos capaces de sentir un gran dolor físico, pero también un gran dolor emocional. No nos neguemos la posibilidad de volver a caminar, no pongamos más resistencia e iniciemos un proceso adecuado para superar lo ocurrido.

¿Cómo afrontar una ruptura?

Hay quienes lo hacen: se instalan en un duelo permanente. Dejan pasar los días, las semanas y la vida entera a la espera de que la curación llegue por sí misma. Ese olvido aparece como un velo sanador en el que todo el sufrimiento queda de repente atrás. Sin embargo, hay algo que debemos tener claro: el tiempo por sí mismo no cura ni borra los recuerdos. Es lo que hagamos durante ese tiempo lo que generará el progreso, lo que nos permitirá salir del duelo de forma efectiva.

El proceso de duelo es similar al que seguimos cuando sufrimos una lesión muscular: tiene que haber un proceso de reposo, pero después, y en cuanto los músculos lo permitan, hay que empezar con la rehabilitación. Porque una vida sedentaria empeora el proceso. Necesitamos actividad, recursos, tratamientos.

Ya no es que sientas emociones negativas congruentes con lo que está pasando, sino que tu mente se ha instalado en el pasado y no da paso al presente ni al futuro.

Para superar una ruptura, cambia tu mentalidad

Algunas personas se atascan en un diálogo interno basado en el «por qué». Qué he hecho mal, por qué nos ha pasado esto, cómo puedo querer a alguien después de esto, por qué tenía que pasarme a mí.

En cambio, los perfiles que consiguieron superar su periodo de duelo en menos tiempo y de forma resiliente habían aplicado otra estrategia ⇔ Habían aplicado una «mentalidad de crecimiento». No volvieron a caer en aquellas cuestiones en las que quedaban atrapados en un rol de víctima, en un estado en el que uno se limita a alimentar el sufrimiento. Aplicaron un enfoque basado en avanzar: He terminado una etapa de mi vida y ahora debo centrarme en mí. No busco a nadie a quien culpar, voy a aprender de lo que he vivido y seguir adelante.

Sí al apoyo social, sí a conocer gente nueva

Las relaciones sociales son una fuente de bienestar y sanan el alma. Los amigos, los colegas, la familia y cualquier persona con la que nos sintamos a gusto tienen un enorme poder que disminuirá nuestra negatividad. Si estamos en compañía, haremos más planes, conversaremos, nos divertiremos, conoceremos gente nueva y, en definitiva, se abrirán nuevas puertas en nuestra vida.

Si bien es cierto que al principio del duelo siempre preferimos pasar un tiempo a solas que nos ayude a desahogarnos emocionalmente, es importante que no nos aislemos durante demasiados días. Además, hay personas que encuentran un gran beneficio en conocer gente nueva. Es una forma de iniciar nuevas etapas, de recomenzar en todos los sentidos.

La compañía también ayuda a desviar nuestra atención. En estos momentos, la soledad y la introspección en grandes dosis son un alimento muy nutritivo para nuestros pensamientos negativos.

No dejes que la vida se detenga, muévete con ella

No te detengas tras una ruptura. Puede que no te apetezca hacer todas las actividades que hacías antes, pero no importa. Hazlas de todos modos, es más, date la oportunidad de iniciar nuevos proyectos, de ampliar tu círculo social, de marcarte nuevas metas en tu horizonte. Sólo tienes que salir de la cama, asearte, vestirte y hacerlo.

Ten en cuenta que la inactividad también nos ancla en nuestros pensamientos negativos y crea el círculo vicioso pensamientos negativos-inactividad, inactividad-pensamientos negativos.

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