Estar enamorado
Es normal centrarse en lo mejor de alguien cuando se está enamorado. Pero también es importante estar atento a las banderas rojas o a las incompatibilidades de la relación.
Si tus amigos te señalan cosas, ten en cuenta lo que tienen que decir. Ellos no están enamorados de tu pareja, así que tienen una perspectiva más clara y pueden notar cosas que tú pasas por alto.
Cómo se ama a una pareja
El amor adopta muchas formas y puede cambiar con el tiempo. Éstas son algunas de las formas en que pueden cambiar tus sentimientos cuando amas a tu pareja pero no te sientes necesariamente enamorado de ella.
Estás seguro de su afecto
Cuando te enamoras por primera vez, puede que no sólo idealices a tu pareja sino que también quieras presentar una versión idealizada de ti mismo.
Puede que, por ejemplo, intentes estar siempre lo mejor posible. O tal vez intentes ocultar lo que crees que son defectos que podrían desanimar a tu pareja.
Pero con el tiempo, a medida que la relación se consolida, te sientes más cómodo siendo tú mismo. No te preocupa que te dejen si dejas los platos en el fregadero o te olvidas de sacar la basura. Aceptas que ambos os levantéis siempre con el aliento de la mañana.
Esto no significa que no te esfuerces por mantener este afecto y ayudar a que florezca. Sólo significa que has cambiado a una visión realista en lugar de versiones idealizadas del otro.
No sientes la necesidad de contener tus opiniones
Si estás enamorado de alguien, es fácil asumir sus opiniones como propias. A veces puede que no seas del todo consciente de ello.
Puede que te resulte más fácil compartir abiertamente tus sentimientos con una pareja a la que quieres y con la que te sientes cómodo. El amor suele transmitir una sensación de seguridad, por lo que es posible que no sientas la necesidad de ocultar tus sentimientos u opiniones para proteger la relación.
Incluso cuando tienes un pequeño desacuerdo, sabes que puedes hablarlo.
Ves (y aceptas) lo bueno con lo menos bueno
Tu pareja, como tú, es un ser humano imperfecto. Tiene rasgos buenos, por supuesto, que probablemente te ayudaron a enamorarte de ella. Pero lo más probable es que tenga algunos aspectos de personalidad o hábitos que no te parecen tan buenos.
Incluso las cosas que parecían entrañables cuando te enamoraste por primera vez, como su forma de lavarse los dientes en el fregadero, pueden convertirse en algo por lo que suspires y pongas los ojos en blanco.
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