Familia reconstituida
Una familia mixta o una familia ensamblada se forma cuando usted y su pareja hacen una vida juntos con los hijos de una o ambas relaciones anteriores. El proceso de formar una nueva familia ensamblada puede ser una experiencia gratificante y desafiante a la vez. Mientras que usted, como padre, probablemente afronte el nuevo matrimonio y la nueva familia con gran alegría y expectación, sus hijos o los de su nuevo cónyuge pueden no estar tan entusiasmados. Es probable que se sientan inseguros sobre los cambios que se avecinan y cómo afectarán a las relaciones con sus padres naturales. También les preocupará convivir con nuevos hermanastros, a los que quizá no conozcan bien o, peor aún, que ni siquiera les gusten.
Algunos niños pueden resistirse a los cambios, mientras que usted, como padre, puede sentirse frustrado cuando su nueva familia no funciona de la misma manera que la anterior. Aunque la mezcla de familias no suele ser fácil, estos consejos pueden ayudar a su nueva familia a superar los problemas de crecimiento. Por muy tensas o difíciles que parezcan las cosas al principio, con una comunicación abierta, respeto mutuo y mucho amor y paciencia, puedes desarrollar un vínculo estrecho con tus nuevos hijastros y formar una familia mixta afectuosa y exitosa.
Conseguir que la familia mixta sea un éxito
Intentar que la familia ensamblada sea una réplica de la primera familia, o de la familia nuclear ideal, puede llevar a los miembros de la familia a la confusión, la frustración y la decepción. En su lugar, acepte las diferencias y tenga en cuenta los elementos básicos que hacen que una familia combinada tenga éxito:
- Un matrimonio sólido. Sin el matrimonio, no hay familia. Es más difícil cuidar el matrimonio en una familia ensamblada porque no se tiene el tiempo para adaptarse como pareja como en la mayoría de los primeros matrimonios. Tendréis que crecer y madurar en el matrimonio mientras sois padres.
- Ser civilizado. Si los miembros de la familia son capaces de comportarse de forma civilizada unos con otros de forma habitual en lugar de ignorarse, intentar herir a propósito o alejarse por completo unos de otros, estás en el buen camino.
- Todas las relaciones son respetuosas. Esto no se refiere sólo al comportamiento de los niños hacia los adultos. El respeto debe darse no sólo en función de la edad, sino también por el hecho de que ahora todos sois miembros de la familia.
- Compasión por el desarrollo de todos. Los miembros de tu familia mixta pueden estar en distintas etapas de la vida y tener necesidades diferentes (adolescentes o niños pequeños, por ejemplo). También pueden estar en diferentes etapas de aceptación de esta nueva familia. Los miembros de la familia deben comprender y respetar esas diferencias.
- Espacio para el crecimiento. Al cabo de unos años de estar mezclados, es de esperar que la familia crezca y que sus miembros decidan pasar más tiempo juntos y sentirse más cerca unos de otros.
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