La química del amor
Norepinefrina
La norepinefrina, como se deduce de su otro nombre, noradrenalina, estimula la producción de adrenalina, que hace que nuestro corazón se acelere y las palmas de las manos suden. La norepinefrina se libera de las neuronas, o, simplemente, de las células nerviosas del cerebro, que se llaman neuronas noradrenérgicas, por supuesto.
Las neuronas noradrenérgicas del cerebro forman una especie de sistema, que se llama, a su vez, sistema de norepinefrina, que, cuando se activa, ejerce efectos sobre grandes áreas del cerebro. Por esta acción podemos llamarlo sistema neurotransmisor, porque su función principal es la transmisión del impulso nervioso, que hace que el otro nervio se dispare y pase el mensaje a lo largo de la «cadena». El sistema de la noradrenalina está formado por sólo 1.500 neuronas en cada lado del cerebro, lo que es minúsculo comparado con la cantidad total de más de 100.000 millones de neuronas que hay en el cerebro. Sin embargo, cuando se activa, el sistema desempeña funciones importantes en el cerebro, la noradrenalina realiza sus acciones en las células diana uniéndose a sus receptores adrenérgicos y activándolos. La expresión en la célula diana de los diferentes tipos de receptores determina el efecto celular final, por lo que la norepinefrina tiene diferentes acciones en los distintos tipos de células. Las principales dianas del sistema de la norepinefrina para «encender» son los receptores de la médula espinal, el tálamo, el hipotálamo, el neocórtex, etc.
Dopamina
La dopamina es un neuroquímico que es liberado por el cerebro cuando nos sentimos bien, por ejemplo, por la influencia de una buena comida o la lectura de un libro fascinante. También hace que las personas sean más «habladoras» y excitables. Afecta a los procesos cerebrales que controlan la respuesta emocional, el movimiento, la capacidad de expresar placer, pero también el dolor.
La dopamina tiene una estructura muy similar a la de la norepinefrina, y de hecho es su precursora. ¿Qué significa esto? Que no se producirá adrenalina, ni sudoración ni aceleración del corazón si el cerebro no puede producir primero suficiente dopamina. Las fuentes naturales de dopamina son las proteínas procedentes de fuentes como la carne, los frutos secos y las claras de huevo, que el sistema digestivo descompone en aminoácidos como la l-tirosina, un precursor de la dopamina. Así que, si quieres ser más vulnerable, una dieta vegetariana no es para ti.
La dopamina es el más misterioso de estos tres neuroquímicos. Arvid Carlsson recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina del año 2000 por demostrar que la dopamina no es sólo un precursor de la norepinefrina, sino también un neurotransmisor. Esto significa que, además del sistema de la norepinefrina, existe un sistema de neurotransmisores de la dopamina. En resumen, la dopamina nos hace sentir cada vez mejor activando hasta cinco tipos de receptores diferentes en el cerebro, que, por supuesto, se llaman «receptores de dopamina». La mayoría de ellos están asociados al sistema de placer del cerebro, proporcionando sensaciones de disfrute y refuerzo para motivar a una persona a realizar ciertas actividades de forma proactiva.
La sociabilidad también está estrechamente ligada a la neurotransmisión de la dopamina. En las personas con ansiedad social se encuentra una baja unión de los receptores de dopamina. Se cree que los rasgos comunes a la esquizofrenia negativa (retraimiento social, apatía,) están relacionados con un estado hipodopaminérgico en ciertas áreas del cerebro. Un estado de hipersociabilidad, también se atribuye a un aumento de la dopamina.
Así pues, podemos decir que la dopamina tiene un doble papel: puede actuar como neuromodulador y como neurotransmisor. ¿Al mismo tiempo? ¿O un papel se activa después del otro? Todavía es un misterio. ¿Quizás sea usted quien lo resuelva?
Feniletilamina
La química del amorLa última pero no menos importante es la feniletilamina (PEA), que actúa como agente liberador de norepinefrina y dopamina. La primera atracción hace que produzcamos más PEA, lo que da lugar a esas sensaciones vertiginosas asociadas al amor romántico. Grandes cantidades de PEA aumentan la energía física y emocional y al mismo tiempo liberan más dopamina.
La PEA merece una atención especial porque es famosa por encontrarse en el chocolate. Seguramente habrás oído que comer chocolate te hace sentir bien e incluso feliz. Y la mayoría de las fuentes dicen que es porque el chocolate contiene PEA.
Ahora ya sabes que es sobre todo la dopamina la que nos hace sentir bien por la comida sabrosa, y en cuanto a la PEA, su papel, por desgracia, se ha exagerado. La fenetilamina del chocolate es rápidamente metabolizada por las diferentes enzimas del tracto gastrointestinal, impidiendo que concentraciones significativas lleguen al cerebro. Por lo tanto, cuando comes chocolate, te sientes bien por el sabor dulce, y no por la concentración de PEA que contiene. De hecho, los niveles de feniletilamina son más altos en el queso y las salchichas, que no se asocian con la química del amor, bueno, al menos por ahora.
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