Las familias modernas

Las familias suelen considerarse parte de la esfera privada, creadas y rotas por las relaciones personales y las decisiones tomadas fuera del ámbito del Estado. Pero la familia está en el centro de la salud de los individuos y de la salud de las sociedades. Tiene una influencia fundamental en los resultados de los niños. Las familias que funcionan bien son fundamentales para las comunidades estables, que son los pilares de la sociedad y, por tanto, también de la democracia. Nos reunimos para estudiar cómo están cambiando las familias en los distintos países y para tratar de determinar qué deben hacer los individuos, la sociedad, el comercio y el Estado para apoyar a las familias del futuro.

Sabemos que las familias, funcionen bien o no, son importantes en la vida de todos sus miembros y que son especialmente importantes para la seguridad y el bienestar de los niños. El punto de partida de este debate fue la preocupación por la creciente ruptura de las relaciones y los efectos negativos para los niños (en el comportamiento, los resultados educativos y su salud mental).

Hubo un sorprendente consenso, dada la variedad de opiniones presentes, sobre la importancia primordial de la calidad de las relaciones personales para los individuos y para los niños, en contraposición a un enfoque sobre el género o la orientación sexual de los padres, como podría haber sido el caso en décadas pasadas. Se percibió que las personas que participan en acuerdos de polifamilia son generalmente serias y reflexivas, pero también se asumió que estos acuerdos son inherentemente más complejos e inestables y no son un modelo para la mayoría de las familias.

Hubo un amplio debate sobre las diferentes formas en que las relaciones se ven sometidas a presión o, al menos, cambian: la aceptación de la ruptura y la reforma familiar; el aumento de las relaciones intencionadamente a corto plazo; el enorme aumento de la elección y la selección de parejas que se ofrece a través de Internet; y la erosión de las barreras y los tabúes que anteriormente podrían haber mantenido a las parejas unidas durante períodos difíciles. Para algunos, estas tendencias se consideran la consecuencia de una sociedad menos religiosa, más individualista y con obligaciones. El matrimonio, aunque sigue siendo la estructura familiar predominante, parece estar en declive y ser cada vez más patrimonio de las clases medias y acomodadas.

Algunos sostienen que el matrimonio, o al menos el sentido de un contrato intencional entre dos personas, debería ser sostenido sin ambigüedades como el modelo que más probablemente aporte beneficios de estabilidad y seguridad. Se señaló y criticó la falta de apoyo gubernamental a las parejas y las familias, sobre todo teniendo en cuenta el coste que supone para el Estado la ruptura familiar. Para otros miembros del grupo, la calidad de las relaciones, la crianza de los hijos y el cuidado de las personas es primordial y los aspectos contractuales del matrimonio son secundarios y no necesariamente esenciales. También se cuestionó qué era lo primero: la pobreza y la desigualdad o el mal funcionamiento de las familias. Pero se aceptó que esto se convirtió rápidamente en un círculo vicioso.

Vídeos de Las familias modernas

Contenido