Mal de amores
No tienes apetito y hace días que no duermes. No puedes concentrarte en el trabajo y te sientes mareado. ¿Podría ser un virus estomacal? ¿Una gripe? No, estás enamorado, amigo mío.
Pero esas mariposas que sientes no son infundadas. Como parte de nuestra genética de criaturas tribales, tenemos sustancias químicas que hacen que la vida sea más agradable cuando estamos en una relación y menos agradable cuando nos separamos de nuestro amado.
Durante los primeros meses de una relación, las sustancias químicas de nuestro cerebro que se activan incluyen los neurotransmisores fenetilamina, dopamina, norepinefrina y oxitocina -apodada la hormona del amor, la oxitocina es un potente neurotransmisor del placer y la satisfacción que ayuda a que dos personas se vinculen.
Limerencia: Una adicción al amor
Para algunas personas, el mal de amores va más allá de las mariposas: También puede inducir efectos físicos, como palpitaciones, falta de aliento, dolor de estómago, pérdida de sueño y depresión, todo lo cual puede persistir e impedir el funcionamiento normal. También conocida como limerencia, esta afección se caracteriza por una atracción extrema hacia otra persona, así como por una necesidad obsesiva de que los sentimientos sean correspondidos.
El desamor después de la ruptura
Cualquiera que haya pasado por una mala separación puede dar fe de que las rupturas pueden tener un fuerte impacto en la salud: Un estudio reciente publicado en la revista Psychology demostró que el 58% de los participantes experimentaron graves secuelas de la ruptura, como depresión, insomnio y pensamientos angustiosos sobre el amor perdido.
Síndrome del corazón roto
Imagina este escenario: Un hombre mayor fallece repentinamente y, unos días después, su esposa de 60 años, con el corazón roto, tiene dolor en el pecho.
Conocido en la comunidad médica como cardiomiopatía inducida por el estrés, el síndrome del corazón roto imita los síntomas de un ataque al corazón, incluyendo la falta de aliento, el dolor en el pecho, la insuficiencia cardíaca y una sensación de fatalidad inminente.
La tristeza después del sexo
Normalmente, el sexo produce sentimientos de felicidad y euforia. Pero, por razones que los investigadores aún no han determinado, algunas mujeres experimentan justo lo contrario: un estado llamado disforia postcoital. También conocida como depresión postcoital, esta condición se caracteriza por sentimientos de tristeza, ansiedad, arrepentimiento e irritabilidad.
Depresión infecciosa
Sabes que puedes contagiarte un resfriado de tu pareja, pero ¿sabías que también puedes contagiarte su depresión? Aunque los estados de ánimo no son técnicamente contagiosos, las investigaciones demuestran que alguien con un estado de ánimo triste puede repercutir negativamente en el ánimo de los que le rodean.
De hecho, «la folie à deux, que en francés significa ‘una locura compartida por dos’, es un trastorno clásico en el que dos personas en una relación empiezan a reflejar las expresiones y los estados de ánimo del otro. Si un miembro de la pareja está deprimido, el otro puede empezar a experimentar esa depresión. Afortunadamente, al instar a su pareja a buscar ayuda, usted también puede empezar a sentirse mejor.
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