Cuando las personas tienen actitudes prejuiciosas hacia los demás, tienden a ver a todos los que encajan en un determinado grupo como si fueran «todos iguales». Pintan a todos los individuos que tienen características o creencias particulares con una brocha muy ancha y no miran realmente a cada persona como un individuo único.
Esto influye mucho en la forma en que las personas se comportan e interactúan con quienes son diferentes a ellas.
En un nivel básico, puede ahogar la capacidad de una persona con prejuicios para aprender más sobre los que son diferentes a ella. Como resultado, también puede hacer que se pierdan relaciones o conversaciones que tienen el potencial de ser profundamente satisfactorias.
Sin embargo, las personas que reciben los prejuicios se ven especialmente afectadas. No sólo esas presuposiciones y prejuicios pueden infligir un verdadero daño, sino que incluso pueden afectar a su capacidad para tener una «oportunidad justa» en este mundo.
Por ejemplo, el prejuicio omnipresente contra los negros se ha traducido en mayores tasas de encarcelamiento, menos ofertas de trabajo y salarios más bajos.
Otro ejemplo flagrante es el prejuicio contra los musulmanes; el sentimiento antimusulmán rampante en Occidente ha llevado a mucha gente a creer que todos los musulmanes son violentos y odiosos.
¿Qué es la discriminación?
La discriminación es hacer una distinción contra una persona o cosa basada en el grupo, clase o categoría a la que pertenece, en lugar de basar cualquier acción en el mérito individual.
Una simple distinción entre prejuicio y discriminación es que el prejuicio tiene que ver con la actitud, la discriminación tiene que ver con la acción.
Entre las formas de discriminación se encuentran los insultos verbales, la falta de ajustes o accesos razonables, la representación en los medios de comunicación, las remuneraciones preferentes, las políticas de contratación o admisión y los delitos de odio. La discriminación puede ser cometida por individuos, grupos o instituciones.
La discriminación positiva consiste en conceder a un grupo concreto privilegios especiales para compensar una desventaja percibida. Por ejemplo, las personas discapacitadas suelen tener acceso a las plazas de aparcamiento más cercanas a la entrada de un edificio.
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