Tropezar con la misma piedra
Nuestro cerebro aprende a partir de la experiencia, estableciendo redes de conexión entre sus diferentes áreas, que se restablecen y fortalecen a partir de lo que hacemos o dejamos de hacer y de la forma en que respondemos a las diferentes circunstancias que encontramos en la vida cotidiana.
Nuestros hábitos, acciones, comportamientos e incluso lo que pensamos refuerzan y consolidan la conectividad funcional del cerebro.
Por eso es tan fácil que caigamos en la rutina y en los malos hábitos y cuanto más lo hacemos más nos especializamos en ello.
Al reaccionar ante la vida de forma automática, sin prestar atención, sin darnos cuenta de nuestras formas habituales de reaccionar, sin pararnos a observar el contenido de nuestra mente y si no enseñamos a nuestro cerebro a generar nuevas conexiones, estaremos condenados a vivir en el eterno bucle del piloto automático.
-Nuestro cerebro tiene la capacidad de moldearse y adaptarse a las cambiantes y complejas circunstancias de la vida, tiene 86 mil millones de neuronas, cada neurona tiene la capacidad de establecer 10 mil conexiones, lo que significa que hay cientos de billones de conexiones posibles, es decir, una red infinita de posibilidades para adaptarse y responder de forma diferente a los retos y circunstancias de la vida.
Tus decisiones no son libres
Muchos de tus comportamientos, actitudes y decisiones vitales están predeterminados por lo que otras generaciones han hecho o pensado antes. Por supuesto, es una transmisión inconsciente que se produce tanto a través del lenguaje como de las actitudes y acciones. Es una carga genética invisible que soportan un gran número de mujeres, sobre todo hoy en día, sin apenas pensar en ello.
En numerosas ocasiones esta transmisión es la responsable de la frustración e infelicidad que sientes cuando no consigues tus objetivos, ya sea tener un mejor trabajo, encontrar pareja o avanzar profesionalmente, por ejemplo. Por lo tanto, es vital ser consciente de lo que está ocurriendo cuando repites una y otra vez los mismos patrones, obteniendo siempre, obviamente, el mismo resultado. Es decir, sigues tropezando con la misma piedra.
Es en esos momentos cuando es necesario explorar y analizar la situación para realizar cambios a nivel personal y ser consciente de que el primer enemigo que tienes es tú mismo. En este sentido, es de vital importancia la coherencia personal y poner el foco en tus fortalezas para reconstruirte de nuevo. Tienes que ser consciente de que tienes la opción de tomar la valiente decisión de cambiar lo que no te gusta de la vida que tienes, para reinventarte y encontrar el camino hacia tu felicidad.
Vídeos de Tropezar con la misma piedra
Contenido